Hoy tengo ganas de escribir, quizá porque he tenido un día espléndido y merece la pena comentarlo. En cuanto a lo de espléndido, no hago referencia a nada en especial porque ha sido un día como todos los demás, la rutina diaria: levantarse pronto, ir a clase, hacer un poquito de faena, ir a entrenar a los niños, descanso, clase y vuelta a casa… no hay mucho más, pero yo me siento feliz, muy feliz.
Poco a poco los agobios van llegando, se acerca el final de curso y hay que entregar trabajos y más trabajos, exámenes y más exámenes…el estrés se acumula y el tiempo parece pasar mucho más deprisa… pero no queda otra alternativa, hay que intentar sacar todo adelante, poco a poco.
Me gustaría destacar de mi día, el tiempo que paso con mis niños y así poder comparar las situaciones que vivo con ellos con todo lo que estoy aprendiendo en la asignatura. Mis niños, de edad comprendida entre los 3 y 6 años, me esperan en el patio todos los martes y jueves, allí los recojo y me los llevo al gimnasio donde realizamos sesiones con muchos juegos y ejercicios que mejoran su habilidad motriz y además se divierten. Hoy era un día de despedidas, porque uno de ellos se cambia de colegio y ya no volverá a entrenar con nosotros. Por ello, él ha sido quién ha dirigido el “calentamiento” y quién ha propuesto el juego de persecución al inicio de la sesión. Después hemos seguido haciendo juegos, un poco de habilidad realizando circuitos, propuestas de reacción y por último actividades con una cuerda, en las que tenían que pasar o saltar por grupos, eso sí, siempre estoy vigilando y controlando la seguridad para que no ocurra ningún percance.
Lo importante de las sesiones es que, desde que empezamos a dar en clase cosas sobre el currículum oculto, me fijo en muchos más detalles que antes pasaba por alto y que es necesario darse cuenta para evitar futuros “problemas” y es que cada niño es un mundo y la diferencia entre ellos es evidente. Por tanto, las actividades propuestas conllevan diferentes motivaciones e inquietudes. Por ejemplo, los más mayores se quejan cuando “por culpa” (palabras textuales) de los más peques, al hacer actividades de cooperación, pierden. La competitividad se ve desde pequeños, pero creo que dejo claro que vencer no es lo importante, aunque hay que tener mucho cuidado…
Cuando discuten, se pelean, dejan de lado a las chicas, se enfadan porque les han pillado, buscan excusas….muchas acciones que cada vez tengo más en cuenta y que intento evitar. Pienso que en estas edades lo importante es pasarlo bien y disfrutar, además de enseñarles valores tales como el compañerismo, el respeto, la deportividad,… No sé si lo conseguiré en cada uno de los niños, porque hay situaciones complejas que no tienen una fácil solución, pero estoy segura que mi intención es esa.
Cada día aprendo cosas nuevas, la experiencia te ayuda a ir mejorando, porque nadie es perfecto y yo menos, pero sé que los contenidos que estoy adquiriendo en la carrera los aplico y los tengo en cuenta en cada momento. A veces, te desquicias si se portan mal o no te hacen caso, pero son niños y hay que tener paciencia. A pesar de ello, soy muy feliz y cada día más porque, además del cariño que te muestran, hago lo que realmente me gusta y espero poder seguir disfrutando de ello.
Ya veis, en 60 minutos el día rutinario se hace intenso. La felicidad me permite que el resto del día siga con ganas de disfrutar y tirar hacia delante todo aquello que deseo.
No quiero aburriros más, por lo que mi entrada acaba aquí. Espero, que todos aquellos que estéis trabajando con niños, apliquéis todo lo que estamos aprendiendo y sobre todo que disfrutéis de la experiencia tanto como yo.
Un saludo.
Felicidades Elena por pasarlo bien con los niños.
ResponderEliminarYo también lo hago, y también con el tema de curriculum oculto intneto tner más cuidado con lo que digo y hago,además de intnetar meterme enla situación de cada uno (cosa muy dificil).
Pero es que te da vida o te la quita, te cambia todo el día, todo el estado de animo según como se ha dado la clase.
Yo lo recomiendo, dar clases a niños en cualquier deporte.
No hay nada mejor que la sonrisa de un niño.