viernes, 22 de abril de 2011

¡INDIGNAOS!

Tras leer el panfleto recomendado por Pere de Stéphane Hessel y escuchar la entrevista realizada en la cadena ser a dicho autor (podéis encontrarla en el blog de Samuel) me gustaría comentar y dar mi opinión respecto al tema tratado.

En primer lugar, destacaré que la lectura me ha resultado agradable, sencilla y corta. Muy interesante. En pocas líneas te hace pensar, darte cuenta de que somos nosotros (nuestra generación) los que podemos cambiar aquello que no nos gusta. Pero para ello, tenemos que indignarnos y, sobre todo, comprometernos para conseguirlo.

 
Stéphane Hessel nació en Berlín (1917) pero huyó a Francia a los siete años. Su trayectoria destaca por la participación en la Resistencia contra los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y su colaboración con el General de Gaulle, se fugó de sendos campos de concentración (era de origen judío) y elaboró el borrador de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948. Diplomático y escritor que con este manifiesto quiere despertar la consciencia de los jóvenes ante la crisis de Occidente.

A continuación voy a enumerar diversas citas y párrafos que se encuentran escritos en el libro y que me han llamado la atención, me han hecho pensar y reflexionar sobre lo dicho. Con estas frases me gustaría resumir el panfleto y animar a la gente a leerlo.

-          “¿De verdad estamos en una democracia?”

-          “El dinero y sus dueños tienen más poder que los gobiernos”

-          “Debemos resistirnos a que la carrera por el dinero domine nuestras vidas”

-          “Chicos, cuidado, hemos luchado por conseguir lo que tenéis, ahora os toca a vosotros defenderlo, mantenerlo y mejorarlo; no permitáis que os lo arrebaten”

-          “Todos juntos debemos velar por que nuestra sociedad sea una sociedad de la que podamos estar orgullosos”

-          “Nunca había sido tan importante la distancia entre los más pobres y los más ricos, ni tan alentada la competitividad y la carrera por el dinero”

-          “Los progresos alcanzados por la libertad, la competitividad la carrera del <siempre más>, todo esto puede vivirse como un huracán destructor”

-          “Buscad un poco, encontraréis”. La peor actitud es la indiferencia, “paso de todo, ya me las apaño”. Perdemos la facultad de indignación”

-          “Hay que saber lo que nos gusta, lo que nos indigna e intentar comprometerse para cambiarlo”

-          “La exasperación es una negación de la esperanza. Es algo comprensible, casi diría que natural, pero precisamente por eso no es aceptable”

-          “Estoy convencido de que el porvenir pertenece a la no violencia, a la conciliación de las diferentes culturas”

-          “La violencia da la espalda a la esperanza”

-          “Hay que basarse en los derechos, cuya violación, cualquier que sea el autor, debe provocar nuestra indignación”

-          “Hay que tener confianza, no hay que perder la confianza nunca”

-          “Apelamos todavía a una verdadera insurrección pacífica contra los medios de comunicación de masas que no proponen otro horizonte para nuestra juventud que el del consumo de masas, el desprecio hacia lo más débiles y hacia la cultura, la amnesia generalizada y la competición a ultranza de todos contra todos”

-          “Crear es resistir, resistir es crear”



En mi opinión, Hessel con 94 años, tiene razón en todo lo que nos transmite. Tras lo vivido, ha experimentado cantidad de situaciones que han recriminado y solventado. Ahora nos toca a nosotros defender lo que tenemos para conseguir que todo ser humano tenga las mismas oportunidades que los demás y podamos convivir en armonía.

Lo peor es que, en la sociedad donde vivimos, los jóvenes tienen “todo hecho” y “pasan de todo”. Los medios de comunicación se centran en emitir lo que a ellos les interesa y no lo que de verdad interesa. Esto complica que los jóvenes de hoy en día se indignen con lo que pasa a su alrededor y únicamente se centren en sus problemas, su propio egoísmo. Aunque como dice el autor, la minoría que sí que se indigne debe de hacer todo lo posible por cambiar todo aquello que no es correcto. Es difícil, pero no imposible.

Por otro lado, Hessel, en la entrevista, nos comunica que hay que decantarse por la política para saber aquello que nos indigna o no. En este caso, no estoy muy de acuerdo, por el simple hecho de que a mí no me gusta nada la política, no porque no sea necesaria, sino porque lo único que hacen es preocuparse por ganar al contrario, por ser mejores, pero no por conseguir una mejor sociedad, donde el ciudadano disfrute de su estancia. Eso es lo que a mí me indigna, pensar que están allí por conseguir más votos pero no por mostrar soluciones a lo que realmente se vive día a día.

Para finalizar, me gustaría comentar la frase “Nunca había sido tan importante la distancia entre los más pobres y los más ricos, ni tan alentada la competitividad y la carrera por el dinero”. Es una realidad y a la vez una verdadera lástima. Lo importante que es el dinero para las personas, cuando en realidad la vida tiene un final. Pienso que lo importante es disfrutar y ser feliz con lo que tienes. No digo que el dinero no sea necesario para vivir, pero como dice esta famosa cita “no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita”. A pesar de todo, hay que reducir de una u otra manera la distancia existente, porque los que más lo necesitan lo están pasando mal para sobrevivir y eso nos debe de indignar.

Bueno ha sido todo un placer la lectura de este libro y espero que, como a mí, haya cosas que os indignen y que las podamos cambiar. Podéis opinar con total libertad.

jueves, 14 de abril de 2011

La importancia de hacer aquello que te gusta

Hoy tengo ganas de escribir, quizá porque he tenido un día espléndido y merece la pena comentarlo. En cuanto a lo de espléndido, no hago referencia a nada en especial porque ha sido un día como todos los demás, la rutina diaria: levantarse pronto, ir a clase, hacer un poquito de faena, ir a entrenar a los niños, descanso, clase y vuelta a casa… no hay mucho más, pero yo me siento feliz, muy feliz.


Poco a poco los agobios van llegando, se acerca el final de curso y hay que entregar trabajos y más trabajos, exámenes y más exámenes…el estrés se acumula y el tiempo parece pasar mucho más deprisa… pero no queda otra alternativa, hay que intentar sacar todo adelante, poco a poco.

Me gustaría destacar de mi día, el tiempo que paso con mis niños y así poder comparar las situaciones que vivo con ellos con todo lo que estoy aprendiendo en la asignatura. Mis niños, de edad comprendida entre los 3 y 6 años, me esperan en el patio todos los martes y jueves, allí los recojo y me los llevo al gimnasio donde realizamos sesiones con muchos juegos y ejercicios que mejoran su habilidad motriz y además se divierten. Hoy era un día de despedidas, porque uno de ellos se cambia de colegio y ya no volverá a entrenar con nosotros. Por ello, él ha sido quién ha dirigido el “calentamiento” y quién ha propuesto el juego de persecución al inicio de la sesión. Después hemos seguido haciendo juegos, un poco de habilidad realizando circuitos, propuestas de reacción y por último actividades con una cuerda, en las que tenían que pasar o saltar por grupos, eso sí, siempre estoy vigilando y controlando la seguridad para que no ocurra ningún percance.

Lo importante de las sesiones es que, desde que empezamos a dar en clase cosas sobre el currículum oculto, me fijo en muchos más detalles que antes pasaba por alto y que es necesario darse cuenta para evitar futuros “problemas” y es que cada niño es un mundo y la diferencia entre ellos es evidente. Por tanto, las actividades propuestas conllevan diferentes motivaciones e inquietudes. Por ejemplo, los más mayores se quejan cuando “por culpa” (palabras textuales) de los más peques, al hacer actividades de cooperación, pierden. La competitividad se ve desde pequeños, pero creo que dejo claro que vencer no es lo importante, aunque hay que tener mucho cuidado…

Cuando discuten, se pelean, dejan de lado a las chicas, se enfadan porque les han pillado, buscan excusas….muchas acciones que cada vez tengo más en cuenta y que intento evitar. Pienso que en estas edades lo importante es pasarlo bien y disfrutar, además de enseñarles valores tales como el compañerismo, el respeto, la deportividad,… No sé si lo conseguiré en cada uno de los niños, porque hay situaciones complejas que no tienen una fácil solución, pero estoy segura que mi intención es esa.

Cada día aprendo cosas nuevas, la experiencia te ayuda a ir mejorando, porque nadie es perfecto y yo menos, pero sé que los contenidos que estoy adquiriendo en la carrera los aplico y los tengo en cuenta en cada momento. A veces, te desquicias si se portan mal o no te hacen caso, pero son niños y hay que tener paciencia. A pesar de ello, soy muy feliz y cada día más porque, además del cariño que te muestran, hago lo que realmente me gusta y espero poder seguir disfrutando de ello.

Ya veis, en 60 minutos el día rutinario se hace intenso. La felicidad me permite que el resto del día siga con ganas de disfrutar y tirar hacia delante todo aquello que deseo.

No quiero aburriros más, por lo que mi entrada acaba aquí. Espero, que todos aquellos que estéis trabajando con niños, apliquéis todo lo que estamos aprendiendo y sobre todo que disfrutéis de la experiencia tanto como yo.


Un saludo.

domingo, 10 de abril de 2011

¿Racismo?...

Siguiendo un poco con los contenidos que estamos viendo en las clases de la asignatura, y después de la lectura y debate del artículo Incompetencia motriz e ideología del rendimiento en educación física: El caso de un alumnos con discapacidad intelectual, me gustaría comentar otro artículo que he encontrado, titulado La educación física y la organización de situaciones lúdicas en centros escolares. Estudio para la mejora de la adquisición de competencias cívicas y de inclusión social. Trata de un estudio cualitativo, en el que utiliza la observación no participante como método de investigación, además de filmar en cámara los contextos correspondientes.

La investigación se centra en estudiar la inclusión de los alumnos inmigrantes recién llegados a los centros escolares españoles. Me parece un tema interesante, ya que desde hace bastante años y cada vez más, han llegado a todos los rincones de España familias inmigrantes de distintas partes del mundo, con el objetivo de encontrar un trabajo que les permita poder vivir en buenas condiciones. En cualquier aula encontramos alumnos extranjeros y desde mi punto de vista es imprescindible que se integren y más aún, sean incluidos para que se produzca un buen desarrollo de las clases y de la educación de todos los alumnos. Actualmente, el racismo es una ideología que por desgracia se ve día a día tanto en las escuelas como en la calle.

En la investigación realizada se han seleccionado tres contextos educativos, con un gran número de alumnos inmigrantes, uno de ellos se desarrolla en un espacio con niños de Educación Infantil, donde se lleva a cabo el juego espontáneo. El segundo contexto observado es la hora del recreo en un colegio de Educación Primaria y el tercer contexto corresponde a una sesión de la clase de Educación Física, en un Instituto de Secundaria.

En rasgos generales, de la investigación se puede concluir que los alumnos inmigrantes tienen una inclusión tardía, que les cuesta meterse activamente en las clases y en relacionarse con los demás compañeros. Esto, no incide tanto en los alumnos de primaria, tampoco cuando deben realizar los ejercicios propuestos por los profesores, ya que tienen un objetivo que cumplir. Sin embargo, se nota de manera más visible en los recreos o en las actividades que son poco motivadoras para los alumnos.

A mí, todo esto me lleva a recordar mis años escolares, cuando estaba en los años de educación primaria, apenas había alumnos extranjeros, pero los que había se integraban muy bien con el resto, no había discriminaciones y como en esos años lo que más gusta es jugar, la participación de todos los niños era posible, algo muy diferente cuando llegas a Secundaria, quizá por la edad en la que nos encontramos o por ideologías racistas…pero los alumnos que llegan son marginados y muchas veces insultados por el resto, esto provoca que se aparten del grupo de clase.

Yo pienso que las actividades motrices en las clases de Educación Física pueden ayudar a la inclusión de los alumnos inmigrantes, porque permiten una serie de valores que pueden conseguirse, aunque hay que tener cuidado cuando se adapten para que la motivación y la participación no se pierdan.

Para concluir esta entrada, me gustaría decir que lo más importante de todo esto, desde mi punto de vista, es la educación que recibimos desde pequeños, tanto en casa como en la escuela, porque si aprendemos que todos somos iguales y tenemos los mismos derechos, sabremos respetar a los demás vengan de donde vengan y ofreciendo las mismas oportunidades.

Ojala podamos aprender y convivir con otras culturas y poco a poco el racismo vaya llegando a su fin, aunque parece muy complicado.